Junto al acceso desde la calle Jarauta, podíamos ver esta imagen de Santa Ana en una hornacina de gran tamaño.

Se trataba de una figura de madera policromada en la que Santa Ana estaba representada con su madre (la virgen María) y el niño Jesús.

La presencia aquí de esta imagen se debe a que en este lugar existió una basílica dedicada a Santa Ana. Tras el derrumbamiento de la basílica (en el año 1879), fue colocada aquí la imagen (en 1963), donde -tras varios años retirada- volvió a ser colocada, y otra vez retirada.