Historia de Pamplona:                                         inicio

Astérix y Obélix visitan la Pamplona romana (en Astérix en Hispania, de
R.Goscinny y A.Uderzo).


El nacimiento de Pamplona:
El nacimiento de Pamplona como ciudad tuvo lugar en el año 74 o 75 antes de Cristo, cuando fue fundada por el general romano Pompeyo, que le dio el nombre de Pompaelo. Esta fundación tuvo lugar sobre un poblado indígena vascón que ya existía, pero de éste no sabemos apenas nada, pues de él los arqueólogos sólo han encontrado algunas cerámicas y poco más.

La ciudad romana:
En época romana, Pompaelo (la ciudad de Pompeyo) era una ciudad importante y grande. Estaba situada donde hoy está la zona de la Navarrería, en el casco antiguo. Los arqueólogos han encontrado (y siguen encontrando) en en subsuelo de la Navarrería cantidad de restos de esa época: casas, templos, termas, mosaicos, murallas, etc.

      Mosaico romano encontrado en la Calle Curia de Pamplona
en el que hay representadas unas murallas..

La alta edad media:
Pero el imperio romano cayó, y en los siguientes siglos Pamplona perdió su esplendor, convirtiéndose en un pequeño poblado de agricultores situado en torno a una iglesia (la que más tarde se convertirá en Catedral). Aquí nació en el siglo IX el Reino de Navarra, con el nombre de Reino de Pamplona.

Los burgos:
El acontecimiento más importante de la Edad Media ocurrió en el siglo XI: El Camino de Santiago trajo a Pamplona mucha gente proveniente de Francia, principalmente artesanos y vendedores, que trajeron mucha riqueza.
Aunque se quedaron a vivir en Pamplona, no se mezclaron con la gente de aquí, sino que se instalaron junto a la ciudad en dos burgos diferenciados: El Burgo de San Cernin y la Población de San Nicolás.

Así, Pamplona estuvo dividida en tres poblaciones: La Navarrería (la ciudad de los navarros; la Pamplona de siempre), el Burgo de San Cernin y la Población de San Nicolás.
Las tres estaban separadas entre sí por murallas, pues eran enemigas unas de otras. Durante la Edad Media fueron continuos los enfrentamientos y las guerras entre ellas. Por ejemplo, en 1276, en una guerra entre los dos burgos y la Navarrería, los de los burgos entraron en la Navarrería matando a sus habitantes y destruyendo sus casas. Otro ejemplo: en cierta ocasión los de San Cernin quemaron la iglesia de San Nicolás... con sus feligreses dentro.

Los tres burgos de Pamplona, cada uno con sus murallas.

La unidad de Pamplona:
En 1423 el rey navarro Carlos III unió los tres burgos, convirtiendo a Pamplona en una única ciudad. Puso una única casa consistorial (situada entre los tres burgos; donde está la actual casa consistorial) e inventó el escudo de Pamplona (que es el que hoy tenemos; el del león). Desaparecieron los enfrentamientos entre los tres burgos, y las murallas que les dividian también fueron desapareciendo, manteniéndose sólo las que rodeaban la ciudad.

El escudo de la Pamplona unificada.

Bajo el poder de Castilla:
En el siglo XVI (concretamente en 1512) el Reino de Navarra perdió su independencia, al ser conquistado por Castilla.

En los siguientes siglos, Pamplona fue una ciudad muy importante para el ejército de España, pues se encontraba cerca de Francia y, si los franceses querían conquistar España, tendrían que pasar por Pamplona ("Pamplona es la llave de las Españas" decían). Por eso, en el siglo XVI construyeron alrededor de Pamplona unas murallas modernas (las que hoy vemos) y una Ciudadela, preparadas para aguantar ataques de artillería.
Pamplona totalmente rodeada por murallas modernas, y la Ciudadela.

Murallas modernas.                                                     

La vida dentro de las murallas:
En los siglos siguientes Pamplona siguió estando rodeada por murallas, y dentro de las murallas seguía transcurriendo su vida.
En el siglo XVIII surgió un problema: el número de habitantes iba aumentando pero la ciudad no podía aumentar de tamaño porque estaba totalmente rodeada de murallas y el Ejército español no permitía construir fuera de éstas. En consecuencia, la ciudad empezó a crecer hacia arriba: las casas, que hasta entonces eran bajas, fueron ampliándose añadiéndoseles pisos en altura (éstas son las casas que hoy tenemos en el casco antiguo).
En el siglo XIX el problema se agravó: a pesar del crecimiento de las casas, no había suficiente sitio para vivir. Las condiciones de vida fueron empeorando y aparecieron problemas de salud.
Estaba claro que la única solución era derribar las murallas para ensanchar la ciudad. Por eso, el Ayuntamiento pidió muchas veces al Ejército español el derribo de las murallas, pero el ejército se negaba a ello.

El Primer Ensanche:

Por fín, a finales del siglo XIX el Ejército accedió a la petición del Ayuntamiento, y dio permiso para destruir dos baluartes de la Ciudadela. La Ciudadela, que tenía forma de estrella de cinco puntas, perdió dos de sus puntas y en su lugar se construyeron casas: el Primer Ensanche.
Estas nuevas casas eran bonitas y elegantes, y a ellas sólo fue a vivir gente rica.

El Segundo Ensanche:

Pero ese pequeño ensanche no fue suficiente. La ciudad pudo ampliarse muy poco con él. Así que el Ayuntamiento pidió al Ejército permiso para destruir más murallas y poder realizar un ensanche grande (un Segundo Ensanche). El Ejército se negaba continuamente a ello, pero por fín dijo que sí, y en 1915 se destruyó un gran trozo de muralla para construir el Segundo Ensanche. (A decir verdad, las murallas ya no eran necesarias en estos años en que existían los aviones de guerra).
El Segundo Ensanche se construyó muy extenso y lleno de casas muy grandes, para que pudiera vivir gran cantidad de gente. En aquella época algunos pamploneses decían: "Es demasiado grande. En todo el siglo no se llenará".

 

Hoy:
Está claro que los que decían eso se equivocaban. En el siglo XX, no sólo el Segundo Ensanche, sino también otros muchos barrios se han llenado de gente (y de coches), y hoy, en el siglo XXI, el crecimiento de nuestra ciudad continúa imparable. ¿Qué nos deparará el futuro?


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