Situada en la esquina de la Iglesia de San Agustín vemos esta placa que conmemora la peregrinación que se realizó en el año 1886 desde Pamplona al Castillo de Javier.
Esta peregrinación, que se realizó para agradecer al santo (a San Francisco Javier, copatrón de Navarra) su protección contra una epidemia de cólera del año anterior, puede considerarse como la primera Javierada (las Javieradas son multitudinarias peregrinaciones al Castillo de Javier que se realizan aún hoy en día, los dos primeros fines de semana de marzo).
Además, fue entonces cuando se dio el nombre del santo a esta calle.